domingo, 8 de octubre de 2017

Clasificación de la crónica periodística

Para Jonson y Harris, la crónica periodística puede clasificarse en: descriptivas, narrativas o expositivas, con la advertencia de que: “no puede ser imaginaria. Los incidentes hechos y personajes aludidos son reales y deben existir, no crearse”.

Martín Vivaldi nos dice que “La crónica (por su enfoque puede ser impresionista o expresionista. “Queremos decir que el cronista puede contentarse con una impresión más o menos fotográfica de lo que cuenta (...) o también puede darnos una versión mentalmente reelaborada de los hechos”

El profesor Beltrán clasifica dos grupos importantes de crónica:

1.- En cuanto a la naturaleza del asunto:

a) Crónica general (...) temas de cualquier naturaleza, divulgados bajo un epígrafe general, forma gráfica o ubicación en página permanente;

b) Crónica local (“urbana” o “de la ciudad”)... La vida cotidiana de la ciudad;

c) Crónica especializada (llamada a veces “de comentario” integrando la respectiva página o sección, con presentación gráfica del texto, y distinta de las demás materias que son publicadas allí, el autor focaliza los asuntos referentes a (especialidades): política, deportes economía, etc.

2.- En cuanto al trato dado al asunto:

a) Analítica, en que predomina la dialéctica: los hechos son expuestos con brevedad y estudiados luego con objetividad (parece pequeño ensayo científico);

b) Sentimental, en que predomina la apelación a la sensibilidad del lector y en donde los hechos son explotados en aquellos aspectos pintorescos, épicos, líricos, capaces de emocionar e influir en la acción, mediante un impulso casi inconsciente (...) lenguaje vivo, calificativos, sustantivos concretos, gerundios, el ritmo es ágil ... no tiene profundidad dialéctica.

c) Satírica humorística, en que el objetivo es criticar, ridiculizado o tratando con ironía los hechos, acciones. Personajes o pronunciamientos comentados, con la finalidad de advertir o divertir al lector.

La crónica de interés humano


A partir del énfasis en informar sobre las personas, la escuela norteamericana desarrolló el interés en las noticias, globalmente, para producir como su mejor resultado la llamada “Crónica de Interés Humano”.

Este interés humano es una de las características principales del periodismo del país del Norte y es justamente la que probablemente marca la diferencia con el periodismo que se cultiva en América Latina.

Desde el cambio a la gran industria del periodismo Norteamericano inicio una verdadera carrera de búsqueda de personalidades capaces de interesar a su publico masivo, se ha intentado de una serie de teorías explicativas de este fenómeno que van desde la citada premisa simplista de “ las personas se interesan por las personas” hasta problemáticas psicologías “ identificación” propias de las masas norteamericanas,  la nota de interés humano tiene como característica cierta superficialidad,

La crónica de interés humano es aquella información que tiene por objetivo movilizar emociones en el lector apelando a su sensibilidad. Pero no contempla el tipo de crónica de verdadero “interés humano” o sea la movilización de la sensibilidad hacia situaciones de tipo social (miseria, injusticia, etc.) sino que se detiene en el hallazgo de hechos triviales (La niña perdida, el perrito ahogado, la vaca ciega, etc. Esta técnica, sin embargo, puede ser rescatada de tipo social y que no podrían ser suficientemente explicitadas si se plantearan como notas informativas comunes o entrevistas.

Harrington definió perfectamente este tipo de información: “La crónica de interés humano hace uso franco de emociones elementales o instintos tales como curiosidad, amor, miedo, sorpresa, humor, compasión, tristeza, lucha por la vida, riqueza y felicidad, todos los cuales hallan respuesta inmediata en toda la gente”. Planteó asimismo, que la nota de interés humano puede resaltar:

a) Lo dramático y heroico

b) Conductas inusuales de animales y

c) Sentimientos de simpatía.

Johson por su parte dice que la historia de interés humano tiene como objetivo entretener y dar a conocer, remarcar la naturaleza y sus hábitos vida de la gente. Este tipo clásico de artículo agrega, no tiene elemento específico de actualidad inmediata.  Rara vez contiene valores noticiosos en el sentido de la nota informativa más bien surte, alimenta la curiosidad de la gente acerca de otra gente, animales, rareza, cosas y lugares inusuales. La clave del interés humano no es la significación la reacción emocional ya sea risa o llanto, simpatía o cólera.

Citaremos finalmente a Mandel nuevamente:

“La nota periodística de interés humano parece ser un fenómeno típico de los Estados Unidos; en el fondo, no es más que la adición de interés humano y colorido, a las notas periodísticas objetivas. Sin embargo, a diferencia de estas últimas, la nota de interés humano no tiene más límite que la inventiva y la facultad creadora del redactor”.

La crónica de interés social


Por contraste a la crónica de interés humano típica de los Estados Unidos, en otros países, especialmente en América Latina, ha surgido lo que llamaremos arbitrariamente “Crónica de interés social”, para diferenciarla de la anterior.

Este tipo de crónica es la que enfatiza el relato de situaciones en la que resalta cuestiones eminentemente sociales y que contienen un elemento de simpatía hacia los actores del drama. Y a la vez, denotan una posición muy bien definida de reclamo, de cambio.

Normalmente descubren aspectos que podrían resultar desagradables para determinados sectores y que prefieren optar por el silenciamiento. Crónica sobre niños mendigos, obreros desocupados, huelguistas de hambre, familiares de presos, escasez de alimentos, etc. y en fin, todo aquello que suponga abrir una herida en el “Sistema” para mostrar el interior, provoca rechazo en los grandes diarios llamados “aspectos desagradables” de la vida. Estos aspectos forman parte, sin embargo, de la realidad concreta, objetiva, de cualquier país.

La finalidad de la crónica de interés social es la denuncia de los problemas de la sociedad; la miseria, niños en la calle, la violencia etc.  y con esto pretende sensibilizar a las instituciones, autoridades y a la sociedad en general sobre estos problemas

En cuanto al contenido, del tema de la crónica, podríamos diferenciar todavía varias clases más, que son muy populares, a saber:

a) Crónica de viajes. Relatos de experiencia de viajes, especialmente en lugares exóticos. Puede ser también de énfasis en las anécdotas de viajeros:

b) Crónica de remembranzas. Relato de recuerdos, fragmentos de “memorias”, de cierto significado histórico;

c) Crónica histórica. Relatos de contextos de antecedentes de  situaciones  de actualidad que requieren de explicación de orígenes, tienen sentido sólo cuando va acompañada de la nota informativa respectiva.

d) Crónica de corresponsal. Relato y comentario de noticias de impacto especial, que sigue inmediatamente después de la nota informativa y a modo de ampliación. Supone gran actualidad.

e) Crónica Política.  Estas sólo se justifican cuando el autor es personaje literario o político, es muy conocido y se puede decir que esta crónica, máxime si se tiene en cuenta su posible y probable influencia en la opinión pública.

Entendiendo a este punto como manifestación de la vida de un pueblo, el cronista no ha de lograr el político, sino ampliar enfoque de su cámara mental a lo que se refiere.

f) Crónica local o urbana. Esta da cuenta de la vida cotidiana de la vida rutinaria de la ciudad.

g) Crónica roja o sensacionalista. Este estilo periodístico que en su trabajo intencionalmente, exagera o desorbita la importancia real de un suceso, bien por la forma expresiva o también por la presentación de las fotografías.

El sensacionalismo cada día más desacreditado, pero continúa con sus adeptos.

La cultura propia de nuestros tiempos exige un tratamiento correcto y exacto de la información.

La fácil objetivación sólo se considera como sensacional a la noticia que realmente lo sea. Y la verdad es que lo sensacional no abunda, y muchas veces es corriente de todos los días haciéndose blanco de las crónicas rojas

Dentro de la gama de géneros que cultivan los corresponsales en el extranjero, esta la crónica de comentario sobre un suceso importante. Probablemente la tarea más importante del corresponsal será la de  enviar oportunamente y rápidamente,  el relato de un  hecho. Mas tarde es seguro que enviará a su oficina central un artículo de comentario sobre aquella noticia y que tendrá características de crónicas.

Estas crónicas de comentario sobre sucesos suelen tener varios tipos de enfoque, fácilmente diferenciales: - Las de tono personal, que sólo se justifican  cuando el autor  es personaje  literario, político, etc, muy conocido; - las de análisis de la agencia, sin identificación del autor : y Las    firmadas por periodistas de la agencia o colaboradores.


La crónica de guerra


La “crónica de guerra” es un tipo especial dentro del amplio género de crónica, es transmitida periódicamente basada en la premisa de que el lector ya conoce el contexto en que se realiza el conflicto armado. No es una crónica que informa a la vez que contextualiza.

El desarrollo de la crónica de guerra va aparejada a la historia misma del periodismo. Y los más célebres corresponsales de guerra   obtuvieron sus mejores éxitos periodísticos no tanto en la celebridad del envío de noticias sino en su capacidad para describir las condiciones, situaciones, etc. De las acciones de guerra, de los combatientes, esperanzas y desalientos, (Juan Gargurevich).

El mayor auge de este tipo de crónica se dio, indudablemente, durante La Segunda Guerra Mundial gracias al desarrollo de las comunicaciones y la formación creciente de públicos masivos, vivamente interesados en las incidencias de la gran confrontación armada involucrada a diferencia de la Primera Guerra – prácticamente todo el planeta, de un modo u otro.

La crónica de viaje   


Dentro de la extensa gama de crónicas, la “Crónica de Viaje” es probablemente la más cultivada desde hace muchos años. Y no solo por periodistas y escritores, sino también por aficionados que estimaron que su viaje había sido lo suficientemente exótico  o interesante  como para registrarlo en letra impresa. Diarios revistas y muchos libros han publicado crónicas viajeras. En América Latina fueron frecuentes los relatos de los viajeros que recorrieron la Unión Soviética o China en los años 50 como muestra de, repetimos, exotismo ante lo “desconocido” de entonces. También naturalmente se han publicado crónicas sobre países orientales, regiones remotas o acaso inaccesibles.

La crónica de remembranza o del recuerdo


Los diarios publican frecuentemente Crónicas de Remembranza, de acuerdo, añoranza , en que el actor rememora tiempos pasados buenos o malos de cualquier tema. Para encajar en ese tipo   de  crónica, tienen que tratarse de temas asuntos vividos por el autor.

En América Latina se tiene mucha afición a la crónica de la remembranzas y se han publicado incontables: quienes tiene capacidad de convertir  sucesos en anécdotas tienen siempre algo que contar. Y lo escriben. Así, muchos escritores han sido atraídos por el género y por supuesto los periodistas mismos.

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