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domingo, 8 de octubre de 2017

Definición y características del estilo periodístico

El Estilo


Se llama estilo al conjunto de las características y cualidades que diferencian una forma de escribir, y que conforman una estética con el uso del lenguaje.

Apunte: (Albalat) El estilo es el esfuerzo por medio del cual la inteligencia y la imaginación encuentran los matices, las relaciones de las expresiones y de las imágenes, en las ideas y en las palabras o en las relaciones entre unas y otras.
Variedad de Estilos:

- Estilo Literario: es el mundo de la ficción y la fantasía. Permite ambigüedad. Se busca el impacto, el goce artístico.

- Estilo Periodístico: se busca precisión, simpleza, cosas que tienen que ver con las particularidades propias del periodismo.

- Estilo Académico: su finalidad es la divulgación del conocimiento. Tiene la intención de dejar una enseñanza. Son rigurosos.

Figuras Retóricas:


Sin herramientas que el periodismo toma de la literatura para poder construir el relato. Como la metáfora, el oximorón (azúcar amargo), el doble sentido, la ironía, etc.


Características del Estilo Periodístico:


1) Claridad: Significa expresión al alcance de un hombre de cultura media, es decir, conceptos bien digeridos y con sintaxis correcta y vocabulario o léxico al alcance de la mayoría. Dicho de otra manera el estilo es claro cuando el pensamiento del que escribe penetra sin esfuerzo en la mente del lector.

Clave: en una lectura se tiene que entender lo que se está diciendo.

2) Concisión: Se refiere a que sólo deben ser empleadas aquellas palabras que sean absolutamente precisas para expresar lo que queremos. Cada línea, cada palabra o cada frase están preñadas de sentido. Lo contrario es la vaguedad, la imprecisión, el exceso de palabras.

Clave: no ser redundante a la hora de decir algo, no dar vueltas. No llenar de ideas una sola oración. Seleccionar los verbos y sustantivos adecuados, por ejemplo: no es lo mismo decir, que denunciar o exigir.

3) Sencillez: será sencillo el escritor que utiliza palabras y frases de fácil comprensión, no enrevesadas. Ser sencillo no es tan fácil, ya que tendemos a distinguirnos de los demás; el escritor vanidoso casi nunca es sencillo en su expresión.

Clave: utilizar construcciones sencillas sin caer en la vulgaridad.

4) Naturalidad: será natural quien al escribir se sirve de su propio vocabulario, de su habitual modo expresivo “decir naturalmente lo natural”. También será natural quien procure que las palabras y las frases sean las propias, las que el tema exige. Es huir de la afectación y el rebuscamiento.

Clave: no usar diminutivos ni cursilerías, como llamar a un anciano “abuelo”.

5) Precisión: (Internet) La precisión se refiere al uso de términos correspondientes de modo exacto al significado que se desea exponer. Un texto es preciso cuando no se puede omitir una sola palabra sin modificarle el sentido. Para lograr la precisión, es recomendable usar palabras concretas en vez de abstracciones.

6) Exactitud: Consiste en no decir ni más ni menos de lo que se debe decir, y en decirlo con exactitud.

Clave: se refiere a la elección de las palabras y los datos adecuados. Obliga a no usar vocabulario de gacetilla, comunicados, muletillas, etc.

7) Originalidad: La originalidad del estilo radica, de modo casi exclusivo, en la sinceridad. Todos somos originales cuando somos nosotros mismos. Huir de las frases hechas, de las expresiones banales y los clichés es el mejor de los ejercicios para conseguir un estilo original. Así, la originalidad no consiste tanto en la novedad del asunto, como en el modo nuevo, personal y sincero de enfocarlo y realizarlo.

8) Variedad: (Internet) La variedad depende del empleo de frases, palabras o giros distintos para tornar agradable y elegante la expresión. La tendencia a ceñir el lenguaje a un número limitado de vocablos, frases y muletillas corrientes, en detrimento de la variedad y riqueza léxica, genera un estilo descolorido y sin gracia. Este defecto, conocido como monotonía o pobreza, se manifiesta por ejemplo en el abuso de varios verbos comunes o fáciles que se emplean con variedad de significados en lugar de otros más aptos y precisos.

Clave: evitar la monotonía; ofrecer un texto atractivo es utilizar variedad de recursos.

sábado, 30 de abril de 2011

sábado, 26 de septiembre de 2009

¿El Internet o la Internet?, un par de precisiones

Lo correcto al referirse a esta nueva tecnología es la Internet y no el Internet, como se acostumbra decirlo en Bolivia

La explicación proviene del género del término, que es la red de Internet. Por tanto, su origen le corresponde al sustantivo red, cuyo género es femenino. No estaría bien decir: “el red de Internet”, ¿no crees?. Aún así, los libros de estilo recomiendan utilizar esta palabra sin artículo (la, el) Ej. Lo saqué de Internet.

Por otro lado, cuando escribes esta palabra en un ordenador, el procesador de texto te corrige y pone la I en mayúsculo (Internet), esto se debe a que Internet funciona como nombre propio.

viernes, 25 de septiembre de 2009

El buen y mal estilo periodístico

Si una persona comprende la importancia y la dimensión del Estilo Periodístico, seguramente sabrá qué, cómo y cuáles palabras, oraciones y giros lingüísticos utilizar cuando redacte un texto noticioso. Los estudiantes de Comunicación y Periodismo no llegamos a comprenderlo del todo, por eso me permito aclarar algunos aspectos.

El diccionario define al estilo como el modo de escribir de alguien, y Álex Grijelmo coincide con ello al afirmar que toda persona mostrará necesariamente un estilo. Sin embargo, esto no significa escribir incorrectamente, por eso el mismo Grijelmo hace una distinción entre el estilo correcto y el incorrecto (1).

Para simplificar, el Estilo Periodístico correcto es el que hace caso de la gramática, de las normas sintácticas y de un lenguaje característico del Periodismo (objetivo, claro, preciso y conciso). El estilo incorrecto, en cambio, es el que cae en errores gramaticales y utiliza giros y frases no relacionadas con el texto, llegando, incluso, a la ultrapuntuación.

Debemos escribir como periodistas, no como políticos, abogados o economistas”, recomienda el Libro de Estilo de El País (2), y si echamos una ojeada al periódico y lo comparamos con un edicto, notaremos la diferencia. En realidad el fin es no caer en una redacción literaria ni en una coloquial, sino mantenerse en medio (3).

Ahora, dependiendo del subgénero o género que elijamos para dar a conocer un hecho, tenemos licencia en ciertas cosas y límites en otras. Por ejemplo, en la noticia no se puede opinar, por el contrario, el leguaje debe ser objetivo, ágil y escrito en tercera persona; en el reportaje, aparte de incluir una entrada “gancho” y de tener rigor en la información, se permiten giros literarios, lo que no sucede en la noticia; y una crónica da más libertad al estilo personal, pero de una manera cronológica en el tiempo, además de que aprueba la primera persona. Si mezclamos una cosa con la otra, lógicamente, estaremos cayendo en un estilo incorrecto. Hay muchas otras recomendaciones que hacen los autores, pero ése debe ser parte de un trabajo más extenso.

Para concluir, cuando una persona tiene dominio del Estilo Periodístico correcto, puede optar por buscar un estilo personal incluso en las noticias. Sin embargo, para lograrlo, debe pasar por la etapa previa, sino se estará cayendo en lo incorrecto.

(1) Grijelmo 1997:303
(2) El País1990:12
(3) Efe 2001: 18